Lo primero que debemos hacer antes de comenzar a hablar de diversidad e inclusión es entender bien su significado y alcance. Si bien ambos conceptos están relacionados, no son sinónimos.
Por más que se parezcan, no existen dos cebras iguales, todas tienen un patrón de líneas que es único, de manera homóloga a lo que es la huella digital. Está en cada una de las personas el decidir si acepta la diversidad o no, si reconoce al otro diverso y distinto de sí mismo como un igual, con el mismo valor, relevancia, derechos y opciones, o no.
La diversidad laboral no solo se trata de tener una variedad de empleados con diferentes orígenes étnicos, géneros, edades, orientaciones sexuales, discapacidades, religiones, entre otros. Se trata también de reconocer y valorar las diferentes perspectivas y experiencias que aportan a la organización. Al reconocer y valorar la diversidad, se puede fomentar un ambiente en el que los empleados puedan expresarse libremente y trabajar juntos en pos de objetivos comunes.
Es muy importante tener presente que tal como no se debe juzgar la historia con los ojos del presente, no se puede juzgar una cultura con los ojos de otra. Igual como existe la diversidad entre las personas, también lo hay respecto de las organizaciones y no por eso es algo malo, sino que son distintas culturas, las que podremos o no compartir; pero si hablamos de inclusión, también tenemos que estar preparados para aceptar aquellas personas o culturas que no se ajustan a nuestros parámetros o patrones esperados.
El desafío de la inclusión en las empresas
La inclusión en las empresas puede ser un proceso difícil debido a una serie de factores.
- Personales
- Culturales
- Estructurales.
Que dificultan la creación de un ambiente laboral verdaderamente inclusivo. Estos factores pueden variar según la situación y el contexto, pero es importante identificarlos y abordarlos para avanzar en la creación de empresas y organizaciones más inclusivas.
- Falta de conciencia y compromiso con la diversidad.
- Barreras estructurales.
- El racismo.
- Sesgos inconscientes.
- Sexismo.
- Falta de liderazgos.
