La evidencia nacional e internacional ha demostrado que las organizaciones que son inclusivas se ven beneficiadas con una mayor productividad. Esto se debe a variadas razones:
Esto ocurre debido a que la inclusión de personas con discapacidad da cuenta de una cultura organizacional que reconoce la riqueza de un equipo de colaboradores diverso. En este sentido, estudios señalan que los consumidores tienden a preferir los servicios y productos desarrollados por empresas o instituciones comprometidas con estos valores.
En los últimos años los accionistas han demostrado un creciente interés por las empresas que poseen programas orientados a la inclusión de personas con discapacidad. De esta forma las instituciones que siguen estas directrices pueden ver un aumento en la cantidad de oportunidades para recibir inversiones.
Las empresas que incluyen personas con discapacidad se benefician del conocimiento técnico que adquiere la alta gerencia y las jefaturas en materias como gestión de personas, accesibilidad, apoyos técnicos y ajustes razonables.
En el mundo, las tasas de ocupación de las personas con discapacidad son considerablemente menores a las del resto de la población. En Chile, particularmente, la tasa de ocupación de las personas con discapacidad sólo alcanza el 39,3%.
Esto se convierte en una oportunidad para aprovechar los talentos y las capacidades que las personas con discapacidad tienen para ofrecer, mediante medidas de acción positiva que se centren en la capacidad y no en la discapacidad de la persona.